Amie: Contra el Fraude

Amie fue desempleada por casi seis meces antes que ella encontró un trabajo nuevo por el otro lado del río en Portland. El sueldo no fue lo mismo como su trabajo anterior, y ella estaba muy preocupada que no podría pagar su hipoteca. Ella escuchó un anuncio por el radio sobre una compañía que podría ayudar con una modificación hipotecaría. “Esta compañía me prometió tres, cuarto ciento dólares menos cada mes,” ella recontó. Pero, la taza costó $3,494 dólares, y ella tuvo hacer un pago avanzado.

En Diciembre 2008, el plan del gobierno, Making Home Affordable no existió aun, y juicio hipotecario no ha atrajo la atención del publico. “No fueron noticias sobre que hacer y que no hacer. Cuando intenté de buscar información no podría encontrar nada porque nada existió,” dijo Amie. Después una investigación profunda sin encontrando nada mal, Amie prestó $3,000 de su madre y inscritó en el programa.

La compañía dijo a Amie que solamente costaría 30-90 días para conseguir una modificación. “Después de tres meses no escuché nada y empecé de enviar email.” Las respuestas de la compañía fueron pocas y esporádicas. La frustración de Amie creció, pero quedó vigilante, demandando resultas y en el fin, un reembolso. Después de la compañía evitando ella por siete meses, Amie contactó su prestador directamente y consiguió una modificación temporal.

Como una condición de la modificación, su prestador requiso que ella habla con un consejero de una agencia aprobado por HUD. Amie asistió un taller de prevenir un embargo hipotecario en la Community Housing Resource Center y apuntó con uno de nuestros consejeros. Ella nos cuentó su historia y la pusimos en contacto con uno de nuestros compañeros, el Northwest Justice Project, una firma de abogados sin fines de lucro que provee asistencia legal gratis a gente de ingresos bajos y comunidades atrás Washington.

El abogado de Amie, amenazó adaptarse a la ley y volvió el dinero de ella en menos que un mes. Su modificación temporal ahora es permanente y ella ya ha ganado una promoción en su trabajo. “Me gusta mi trabajo, y estoy empezando de adelantarme un poquito,” dice ella. Con todo en su lado otra vez, la única frustración de Amie es su conmuta cada día a Portland.

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